En el corazón de Madrid, en el emblemático paseo de la Castellana, hemos llevado a cabo la renovación del paso elevado que conecta con la calle Joaquín Costa. Se trata de una estructura de hormigón con barandillas y vigas metálicas que mostraban signos de deterioro debido al tráfico intenso, las inclemencias del tiempo y la contaminación.

Para revitalizar toda la superficie metálica se ha empleado el esmalte Poxenamel 2/C, un recubrimiento poliuretano anticorrosivo recomendado como acabado o imprimación directa sobre el metal. Entre sus propiedades está su gran resistencia a la intemperie y su resistencia química y gracias a su acabado suave y semi-brillante consigue resultados decorativos como éste.

Un proyecto con el que se ha acondicionado una zona de mucho tránsito para coches y peatones.